Eje ambiental y Bogotá

Mapa, puntos y datos

Descripción

El Pasaje de las Aguas, conocido actualmente como Paseo Bolívar, este sector histórico de Bogotá tiene una estrecha relación con el agua. Durante la época prehispánica, la Sabana de Bogotá estaba llena de lagunas y ríos que los Muiscas, habitantes originarios de la región, consideraban sagrados. El agua era tan fundamental en su cultura que la deificaban bajo el nombre de SIE. [1]
Con la llegada de los españoles y la fundación de Bogotá, el abastecimiento de agua se convirtió en una prioridad. En 1888, se inauguró oficialmente el servicio de agua en la ciudad, tras la instalación de tuberías de hierro en las calles 11 y 9, ofreciendo agua a presión para algunas casas y fuentes públicas.
El Paseo Bolívar, ubicado en la falda de los Cerros Orientales, fue habitado por personas oriundas de Sesquilé, una región con fuerte presencia indígena. Estas comunidades mantenían prácticas relacionadas con el agua, como la fabricación de sal en múcuras de barro, y conservaban narrativas que evocaban la cosmología muisca, atribuyendo características sagradas a las lagunas y cuerpos de agua cercanos [2].
El Paseo de Bolívar, anteriormente conocido como Pasaje de las Aguas, está estrechamente vinculado al río San Francisco, también llamado Vicachá en lengua muisca, que significa “resplandor de la noche”. Este río nace en el páramo de Choachí, en las estribaciones del cerro de Monserrate, y desciende hacia la ciudad de Bogotá. Durante la época colonial, el río San Francisco fue una fuente vital de agua para la ciudad y desempeñó un papel crucial en su desarrollo urbano. Sin embargo, a principios del siglo XX, debido a problemas de salubridad y al crecimiento urbano, se decidió canalizar el río. La Ley 10 de 1915 ordenó la canalización de los ríos San Francisco y San Agustín, y en sus cauces terraplenados surgieron las avenidas Jiménez de Quesada y la Calle 7ª, respectivamente [2].

Escuche los sonidos del Agua - En el eje ambiental

Seleccione el audio que desea escuchar.